Me refiero a la preponderancia paulatina de la imagen en detrimento de la palabra, de la concreción aséptica en lugar del concepto abstracto. Desde que el hombre es hombre su lucha por mejorar la socialización le ha llevado a desarrollar instrumentos y formas de comunicación más allá de las que primitivamente disponía de por sí: la mímica y la oral.
Este afán ha sido encomiable y obvio motor de la evolución humana. Llegamos a nuestros días donde lo que potencialmente es el medio de comunicación más inmediato y poderoso-internet- con su consabida "democratización" - con todos los escollos que el control de instituciones y la imposibilidad de llegar a determinadas zonas geográficas o estratos sociales impide en su totalidad- tristemente ha devenido en la creación de una especie: el Homo Analfabetis.
Este homínido sufre la contradicción de contar con un sinfín de herramientas de comunicación modernas a su alcance, pero carece de toda capacidad expresiva más allá de un gráfico facial pixelado, monosílabos manipulados por la pseudo-ortografía o la principal: señalar de forma instintiva que le ha gustado una imagen o vídeo, elementos que no requieren el conocimiento del lenguaje escrito para su decodificación.
Es necesaria la concreción que supone el uso audiovisual o icónico para que racionalice mínimamente aquello que tiene delante de sus ojos y su respuesta en base a pulsaciones de ratón equivale a lo en su lugar cualquier antepasado del Australopithecus sustituiría por un gruñido o una pirueta.
Actualmente nos encontramos inmersos en lo que denominaré "Feudalismo Lingüístico", fase intermedia involutiva comunicacional donde la capacidad de hablar aún no ha sido perdida; exclusivamente lo ha hecho la de comprensión semántica avanzada y la construcción estructural del lenguaje escrito, a derivar en breve espacio de tiempo en analfabetismo severo.
Por tanto, internet, herramienta que ha constituido por antonomasia la creación y convivencia del Homo Analfabetis con los que aún somos Homo Sapiens -como antaño ocurrió con la convivencia Neardenthal-, comparte la coexistencia de las dos especies. Los Homo Sapiens aún utilizaremos esta herramienta como el resto de herramientas anteriores: un libro, un teléfono, un telégrafo, un papiro, las pinturas rupestres...pero, por contra, el Homo Analfabetis recurrirá a ella como en la Edad Media los iletrados acudían a las obras pictóricas o de arte en general, a las representaciones teatrales, a las enseñas indicativas de los comercios o a los cuentos de la plaza ilustrados en viñetas...es decir, a utilizar su capacidad visual y sonora natural para descifrar de forma primitiva los posibles conceptos, ya que el lenguaje de signos escritos no ha logrado ser aprehendido por dichos individuos, saturados por la sobreexposición visual.
Es más, no son pocos los Homo Sapiens que han sufrido mutaciones hasta transformarse en Homo Analfabetis: individuos que incluso antaño pudieran tener un desarrollo cultural o intelectual que las fotografías, la inmediatez y la vacuidad de un lenguaje propio de los papiones ha hecho desaparecer de su masa encefálica.
Descubramos y maravillémonos pues ante esta nueva especie. Quién sabe si no seremos el resto los futuros Neardenthales extinguidos del planeta Tierra.
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