Recupero para el blog la entrevista que hice en Muzikalia a Dominique A, uno de mis artistas preferidos. Nos retrotraemos tres años, a la salida de La Musique, un disco espartano y bello a la par.
(Publicado originariamente en Muzikalia).
Por fin hemos disfrutado la edición en España de La Musique (09), enésima demostración del saber hacer de Dominique A. No podíamos dejar pasar la oportunidad de que este trovador de candores y desgracias nos iluminase con su lúcida y viva forma de contar y vivir la música.
Tu nuevo disco La Musique, parece buscar la esencia pura de la canción, su esqueleto. ¿Es su concepción y objetivo ese?
Quizá. De hecho, cuando una canción parecía tener todo lo que necesitaba, no insistía más en ella. Quería algo inmediato, algo alejado de la sofisticación de los últimos discos.
Sus bases y sus ritmos parecen la otra cara de la moneda de la asfixia que transmitía el ya lejano Remué y se aleja del espíritu expansivo de L´horizon o la sobrecarga de Tout sera comme avant. ¿Cómo lo definirías emocionalmente?
He intentado hacer un disco muy básico, tanto como puedo hacerlo sin traicionarme a mí mismo. Buscaba más luz emanando de su totalidad. Canciones como “Qui es tu?” evocan claramente a Remué porque a veces no puedo evitar sonar al gótico de antaño, pero en muchas otras, la atmósfera me parece mucho menos nublada que en el pasado.
Has afirmado en entrevistas que, con este disco, querías buscar un regreso a tus inicios musicales. ¿Cómo fueron y cómo has intentado revivir esos inicios?
Grabando en casa con máquinas, tocando menos la guitarra, y evitando usar la acústica (excepto en “Hasta”), de forma muy urgente, sin ordenador… por eso dije que era una vuelta al antiguo método. Pero siempre teniendo en mente durante la grabación que eso debería ser mezclado por mi viejo colega Dominique Brusson (Remué, L´horizon), con sus propuestas específicas de mezcla, usando efectos… ¡Mis inicios fueron mucho más anárquicos, por supuesto!, y estaba obsesionado por la idea de autenticidad, de no mentir con la produción y los efectos, muy cerca de la concepción lo-fi, del fascismo lo-fi, deberíamos decir. He cambiado mucho en ese aspecto, y ahora, realmente me gusta usar la tecnología si aporta belleza a una canción.
Junto a La Musique encontramos un CD extra, La Matière, en principio sólo pensado para internet y finalmente editado en formato físico. Es un trabajo mucho más experimental, más arriesgado. ¿Estás de acuerdo?
Sí, es como un camino con diferentes partes, que toma distintas curvas mientras que La Musique es como un camino estrecho, como un tunel, fueron hechos a la vez y me tiré largo tiempo separando ambos bloques.
A lo largo de todos estos años, ¿Qué se ha mantenido inalterable en la concepción musical de Dominique A desde La Fossette a La musique, y qué ha cambiado?
Lo que ha permanecido: la misma necesidad de urgencia cuando comienzo a trabajar en algo, creer en las virtudes de la impaciencia y el mismo júbilo cuando una canción surge como prueba de su valor. Qué ha cambiado: mi gusto por trabajar con gente, sin estar obsesionado por el control, al contrario, estando sorprendido por sus propuestas, y orientando las canciones en base a lo que ellos aportan.
Me crea curiosidad cómo vas a adaptar estas nuevas composiciones al directo, ya que me parecen muy elaboradas sin parecerlo, muy detallistas y sutiles. ¿Cómo será su plasmación en vivo?
No muy distintas al Lp, pero mucho más orgánicas: habrá un batería, guitarras pesadas mezcladas con sonidos electrónicos. Conciertos muy físicos, como siempre. No sobreestimes mi supuesto perfeccionismo No soy uno de esos freaks que se tira una semana buscando un sonido óptimo para sus percusiones. Esos tíos están bien lejos de mi vida.
Hablando de conciertos, vas a hacer un extenso tour por España. Zaragoza, Madrid, Barcelona, Cádiz, Granada, Salamanca, Murcia…, ¿Cómo te sientes tocando aquí? ¿Cómo definirías a la audiencia española?
Me encanta siempre tocar en España, escapar de la obsesión que hay en Francia por las letras y sentir un verdadero entusiasmo en cualquier lugar por la música y nada más que por la música. No voy a definir a la audiencia española, porque no me gusta definir a la gente con unas cuantas palabras, pero puedo decirte que siempre voy allí con buenísimas vibraciones. Mi reciente y creciente popularidad en vuestro país sigue siendo un misterio para mí.
¿Te veremos en algún festival por España? ¿Cuál es tu festival veraniego favorito?
No sé. Quizá sí, quizá no. De hecho para mí, los festivales de verano son el peor contexto para escuchar música. Son sitios perfectos para beber, tomar algunas drogas y vomitar, demasiadas cosas para compartirlas con la música. La última vez que toqué en un festival de verano, mientras cantaba “Il est là, l´horizon” (“Ahí está, el horizonte”) veía pequeños camiones vaciando Wc´s portátiles entre las tiendas. No creo que se pueda hablar de hacer música en ese entorno.
Vayamos al núcleo de tu creación artística. La melancolía y la nostalgia han sido siempre sensaciones que he asociado a tus canciones. ¿Surgen siempre de tus experiencias, de tu mirada al pasado, del recuerdo?
Yo creo que es el caso del 90% de la buena música, y del buen arte, por extensión: la melancolía y la nostalgia son el ojo del huracán, el centro de la batalla, aún si no te identificas plenamente, algunos recuerdos son respuesta a esos sentimientos. Pero, ¿por qué hacer arte si reniegas de ellos? Considerando mi caso, supongo que el sonido de mi voz los evoca especialmente, no sé por qué, y de hecho, no quisiera saberlo. Cuando canto, incluso cuando intento resultar divertido haciéndolo, la gente siempre cree que estoy pensando en comprar una cuerda para ahorcarme.
¿Crees que los estados radicales de la persona: la pasión, el sufrimiento, la tristeza son los más estimulantes para la creación o con los años, con la experiencia, la búsqueda del equilibrio y el sosiego evita estos polos y fabula más con la creación de historias ajenas?
Buena pregunta. Sin respuesta. Quizá con el tiempo, es una fusión de ambos polos. Cuando empiezas, lo haces con pasión, con los sentimientos más extremos, pero cuando centras menos la atención en tí mismo, y adquieres distancia con tus emociones, puedes hablar de algo más que de tí mismo. El balance perfecto debería ser la finalidad del arte. Creo que los sentimientos extremos permanecen, pero aprendes a no ser invadido por ellos.
Como fan querría recordar algunos títulos importantes para mí de tu cancionero para que los asociases con la primera palabra o frase que te sugieren hoy en día. Allá van:
Vivement dimanche: El principio de la historia.
Les hauts quartiers de peine: Apología de la tristeza, y una de mis mejores melodías pop.
Le commerce de l´eau: Siempre me recuerda el momento en el estudio, escuchando el resultado después de un día de trabajo y no podía creérmelo de una canción que, por la mañana, se suponía que era folkie.
Mira: Uf, no es de mis favoritas. Demasiadas cuerdas suaves, una guitarra acústica demasiado limpia, la letra tampoco me convence… lo siento.
Rue des Marais: Lo más a flor de piel. Mi obra maestra, si es que hay alguna. Conseguida a la primera, en casa una noche.
Immortels: El tipo de canción que un cantante siempre va tras él. No es un punto de vista muy modesto, pero lo asumo.
Dans un camion: El tipo de canción que un cantante rechaza.
Inmortels es posiblemente la canción más hermosa que contenía su álbum La Musique. Los arreglos que abrigan el tema son de una exquisita factura y al entrar elevan la canción a lo más alto.
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