lunes, 28 de febrero de 2011

Standstill (I)

(Recupero a continuación, como homenaje a una de mis bandas fundamentales, una serie de escritos míos recopilados por la red. Esta es una vieja crítica realizada para Freek Magazine allá por el año 2004 de su disco homónimo).


STANDSTILL > “STANDSTILL” (BCORE, 2004)

Fecha: 1 de June de 2004 / Autor: Raúl del Olmo


Coherencia: la clave para entender la evolución de una de las bandas más inquieta y creativa de la escena nacional. Ni uno solo de sus pasos lo ha marcado el conformismo o la duda ante la posibilidad de aportar un discurso que siempre gana en matices y esboza nuevos caminos. Demostraron que el hardcore es más que rabia unidireccional producto de la frustración con la complejidad lírica y musical que atesoraba el inabarcable "Memories Collector". Ahora la decisión era más arriesgada: mudar del inglés al castellano sin perder las señas de identidad. El resultado no desmerece nada la carrera ejemplar de los catalanes. No se dejen influir por las lenguas viperinas que ven en ello una maniobra para abrirse al mercado: nada más lejos de la realidad, la decisión surge de la necesidad expresiva del compositor, aunque ello suponga un salto al vacío traducido en un disco difícil que requiere -y merece- un considerable número de escuchas. Por si fuera poco, Standstill siguen creciendo como músicos ofreciendo unas bases rítmicas ejemplares, verdadero baluarte de este trabajo: escuchen "La Vieja Gibellina", "G.M." o "Un Gran Final". Una obra de tonalidades grises, desangelada, cruda y difuminada, reflejo de la resignación frente al desencanto de una vida que sólo nos regala ausencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario