El pesado aroma que sucede a la pasión impregnaba el cuarto. Tumbados sobre la cama a oscuras y en silencio aguardaban la llegada del fin del mundo; Así semana tras semana, hasta comprobar por ellos mismos que nadie muere en domingo.
Este mes dedico la carta sonora de mi podcast a una de las bandas más queridas por Talk to Him, Alcest. Me introduzco en la fascinante historia de la banda, sus orígenes, evolución, influencias, significado y trascendencia. Una fábula musical purificadora que trata de trasladar al oyente a otro mundo capaz de hacernos soñar con el ideal de belleza y de luz hasta alcanzar la esencia misma del anhelo misterioso que necesitamos abrazar cuando la vida terrenal y cotidiana se nos queda irremediablemente corta.
Como guinda a este episodio, os dejo el reciente vídeo de su último single publicado,"Améthyste", perteneciente a su excelente disco publicado el pasado año Les Chants de L'Aurore. El vídeo está confeccionado a través de la recopilación y montaje de diferentes instantáneas de su grandiosa gira europea del pasado año que actualmente pasa por América.
Por fin llega el momento más ansiado de 2024, las listas con los mejores discos del año que estamos a punto de dejar atrás. Desde la azotea sonora del podcast que es Talk to Him, os brindo un repaso de los mejores 20 discos del año, rememoraré también los 20 mejores conciertos del año, destacaré los lanzamientos más esperados de este 2025, otorgaré el Premio Miscelánea entre cinco extraordinarios candidatos, eligiré el Premio al Mejor EP de 2024, haré un pequeño recordatorio sobre los artistas musicales que nos dejaron y eligiré las cinco menciones de honor y las cinco decepciones musicales del pasado año, todo ello arrancando con el recuerdo del que fue mejor disco de 2023.
Sube a la azotea sonora y rememora todos los sentimientos, deseos, recuerdos, pérdidas y renacimientos que 365 días pueden traer junto a nosotros. Acomódate, la película va a dar comienzo.
Este mes completamos el repaso a los 25 guitarristas que más han marcado nuestra vida. Continuando por la senda que se emprendió en la primera parte, nos detenemos en 13 héroes de las 6 cuerdas, muchos de ellos leyenda viva, pero otros también apuestas personales de mi podcast Talk to Him, todas ellas elegidas desde el legado emocional que han aportado a nuestra alma, lejos de academicismos o menciones obligadas que suelen poblar este tipo de listados. Melodías, riffs, arpegios, solos y acordes sonando hasta el más allá desde arriba de la azotea sonora, ese "no lugar" que pertenece por igual a cualquier persona que se acerque hasta ella.
Como guinda os dejo una memorable actuación en el Pinkpop de 1992 con Pearl Jam interpretando su mítico "Alive", posiblemente una de las mejores canciones compuestas con guitarras nunca. Enorme, Stone Gossard.
Este mes, como hemos hecho en otras ocasiones, le dedicamos el episodio del podcast Talk to Him a la música de un país concreto, en este caso Francia. Un país con un universo musical riquísimo, y quizás no tan conocido al estar más acostumbrados a escuchar música de raíz anglosajona o hispanoamericana. Es la ocasión perfecta para subir a la azotea sonora y conocer de la mano de Him los artistas y bandas más interesantes del país galo. Un viaje sonoro apasionante que surca diferentes paisajes sonoros, desde la chanson francesa, pasando por el vanguardista rock francés de principios del siglo XXI, la exuberante escena electrónica francesa y los últimos grandes hitos de dos estilos que cuentan con grandes puntales en este país, como lo son el blackgaze y el synthwave en su faceta más oscura. Bienvenues.
Y como guinda, os dejo un tema de otro fantástico proyecto francés el cual no aparece en el podcast, pero que desde luego está a la altura de cualquiera de los artistas que repasamos en el episodio. nos estamos refiriendo a M83, el proyecto de Anthony González con una discografía extraordinaria hasta la publicación de Hurry, we're dreaming (11) incluida.
Este mes, celebrando la llegada del otoño, la azotea sonora de mi podcast Talk to Him vuelve a embarcarse en un proceloso viaje a través de la noche eterna que representa mejor que ningún otro estilo el blackgaze. No sumergimos por completo en un bosque laberíntico plagado de sonidos en eterna lucha entre la luz y la oscuridad; el horror más insondable y la belleza más extrema para presentar 10 discos que son capaces de cambiar la existencia de una persona, o al menos de hacernos habitar en el sueño eterno de quien desea trascender en todo aquello que emprende a lo largo de su vida.
Como añadido a este listado de 10 discos, os regalo una extraordinaria canción de otra gran obra del género, Insomnia (20) del proyecto ruso A Light in The Dark.
Este mes en Talk to Himqueremos rendir un homenaje a los mejores discos publicados en los primeros años del Siglo XXI.
Como sabéis, desde el podcast hacemos un repaso anualmente a los mejores 20 lanzamientos discográficos editados durante cada ejercicio, además de otras múltiples clasificaciones como mejores conciertos, EP's, decepciones, menciones de honor, etc.
Si queréis rememorar alguno de estos programas emitidos durante 2015 y 2016, podéis encontrarlos en los siguientes links:
Los 20 mejores discos de 2015:
Del 20 al 11:
Del 10 al 1:
Los 20 mejores discos de 2016:
Del 20 al 11:
Del 10 al 1:
Lo que quizá algunos no sepáis es que estas listas de mejores discos fueron confeccionadas durante muchos años antes por mí en un programa de radio multicultural, la Parada de los Monstruos, actualmente desaparecido. Para rememorar todos esos números uno durante el tiempo que realicé estos rankings, concretamente desde el año 2000 al 2014, el programa de este mes hará un repaso de ellos como ejercicio de introspección emocional y, a su vez, como rescate de una serie de obras imprescindibles por completo. Espero disfrutéis de este viaje nostálgico y vivificador.
Hace ya algún tiempo escribí un artículo acerca del Blackgaze (Puedes leerlo aquí). En él ya debatía sobre lo acertado o no de esa etiqueta, o de si nos encontrábamos ante el enésimo hype musical o realmente existían bandas, artistas y discos con la suficiente calidad, emoción y trascendencia para hablar de algo más que de un simple movimiento que aunara black metal con shoegaze.
En esta ocasión, a través de mi podcast radiofónico Talk to Him, me encargo durante dos horas de justificar la impronta y el calado de un pequeño olimpo de dioses adscritos de una manera u otra al Blackgaze. No dejéis de escucharlo y descubrir sonoridades capaces de fundir la belleza más inmaculada con la desolación más inimaginable. Bienvenidos al bosque más impenetrable.
Por cierto, si algún incauto ha pensado que el Blackgaze pudiera tener sus horas contadas, este año 2016 ya tenemos sorpresas tan maravillosas como la que os presento en el siguiente youtube. Se trata de Violet Cold, una suerte de blackgaze instrumental onírico y evocador en grado sumo. Su nuevo disco, Magic Night, es ya uno de los momentos a retener para siempre del presente ejercicio musical.
(Estos fueron los diez discos principales para mi vida en el pasado año, recopilados en la lista de Ruido de La Parada de los Monstruos y ofrecidos ahora en distintos vídeos representativos).
10. Caspian. Waking Season.
09. The Tallest Man on Earth. There's no leaving now
08. Grupo de Expertos Sol y Nieve. El eje de la Tierra
07. Soundgarden. King Animal.
06. Nada Surf. The stars are indifferent to astronomy.
Desde hace tiempo la más fascinante lucha que leo por foros y páginas de internet es la que se está librando en torno a la etiqueta definitiva que marca tendencia: Blackgaze. Para los que no la conozcan, diré que viene de la fusión de lo que sería el Black Metal y, por otro, el Shoegaze.
Si a estas alturas tengo que explicar también las características sonoras de los dos estilos -qué sopor, tira de google-, está claro, con todos mis respetos, que este artículo no está hecho para ti.
El caso es que el Black Metal es un género, en su acepción más ortodoxa, que no me ha interesado nunca. Más allá de lo que supone una imagen y universo aledaño al musical con el que no me identifico nada, el extremismo de las voces gritonas, y no en pocas veces salidas de una granja avícola, y la sensación de monotonía tras murallas de sonido reiterativas y sin matices me provoca aburrimiento.
Obviamente, no soy ningún experto y me he acercado a otras tendencias más pesadas y ralentizadas: Me refiero ese elogio exacerbado que existe hacia los drones que, de igual forma, a las maneras de Sunn O))) me cansan y abruman y que a las de Stars of the lid -rama neoclásica, nada que ver- me emocionan profundamente por ejemplo.
El caso está en que los que hemos estallado en elogios y fiebre fervorosa de artistas como Alcest (te recomiendo la lectura de la entrada que les tengo dedicada), Les Discrets, Old Silver Key o Woods of Desolation, hemos percibido que no pocas veces se nos asocia a una especie de hype que, por mucho que me esfuerzo, no encuentro por ninguna parte.
Por que, a ver ¿en qué publicaciones nacionales o internacionales se le rinda espacio a estas bandas? Por favor, si la última maravilla de Les Discrets, Ariettes Oubliées, no hay forma humana de que en España, por ejemplo, sea conocida mínimamente.
Más bien lo que encuentro es una pataleta troglodita de los straight-edge blackmetaleros de disfraz que han visto como ciertas bandas que antaño se adscribían a su sonido han evolucionado en su sensibilidad y forma de entender la música, encontrando su realización artística en orillas que otros hace muchos años que transitamos.
Y ahí es donde radica la diferencia: los que amamos este sonido mucho tiempo antes incluso que los propios artistas bajo los que se denomina la nueva etiqueta, rendíamos nuestras lágrimas y latidos al post-rock y al shoegaze, los géneros ante los que más se adscribe el nuevo movimiento. Murallas de sonido mutables, desarrollos que se desplazaban desde el embrión hasta la muerte de la carne en detonaciones de sensaciones frágiles e intensas a la par.
Unos nos desvivimos por Mono o por Sigur Rós, otros por Explosions in the sky o Slint y otros por Slowdive o My Bloody Valentine, pero todos nos acercamos devotos con la franqueza carente de snobismo que nuestro propio pulso y pasión genera instintivamente ante la música.
Ese y no otro es el castigo que parece debamos sufrir, el de emocionarnos y conmocionarnos con una elaboración sonora maravillosamente envolvente y evocadora.
Por favor, no me golpeen en la cabeza con su maza de pinchos.
Les Discrets es uno de los más grandes tesoros ocultos actualmente dentro del universo musical. Como muestra, os invito a escuchar el asombroso viaje hacia ninguna parte que es este movimiento perpetuo: el de nuestras vidas al intentar escapar de nosotros mismos.
La búsqueda incansable de emociones a través de esa banda sonora de nuestra existencia que es la música, acompaña el devenir de todos los que nos consideramos apasionados de ella.
Alarma especialmente cuando llevamos tiempo estéril sin encontrar algo que nos agite por dentro: siempre existe el temor a considerar que el desarrollo de la vida, la costumbre, la edad o el gris diario puedan hacernos perder esa capacidad de sorpresa, de reventar por dentro y por fuera en un torrente de lágrimas, de risas, de elevación del alma...
Así, el descubrir bandas que consigan todo lo anteriormente expuesto, es celebración pura y genuina, como en mi caso fue el encontrarme con Alcest.
Alcest es el proyecto francés tras el que se esconde Neige, una enigmática figura que, si nos adentramos en las motivaciones y razón de ser de su obra, resulta fascinante. En origen, su sonido se adscribió al black metal más ortodoxo, género con el que no guardo ninguna afinidad y del que no tardó en ir desmarcándose para crear un universo propio e intransferible.
Lejano queda ese primer EP Tristesse Invernel el cual ni tan siquiera he escuchado. Aún adolescente y como fan , Alcest por entonces estaba lejos de convertirse en lo que actualmente es.
Lo auténticamente fabuloso llega cuando Neige consideró que su música, el hecho de encomendarse a esta tarea artística, nace fruto de una inquietante y ensoñadora experiencia que tuvo en su infancia: unas visiones que experimentó camino del colegio y que marcaron el trascurso de su vida; algo así como un universo paralelo, una tierra bucólica y alejada de este mundo que le transmitía una sensación placentera que él mismo más de una ocasión ha indicado que no puede describir con el mero uso de la palabra para llegar a toda su grandeza.
Desde entonces, utilizó la música, sú musica, para evocar e intentar mantener inmortal en sus recuerdos y su corazón esas visiones. Cada canción que desarrollaba, era un intento por hacer permanecer su vivencia constatada a través del sonido que conseguía desarrollar. Una lucha infatigable por no olvidar algo que, amargamente, no se fue repitiendo más.
En una persona del todo incrédula como yo, estas afirmaciones, más allá del valor fantástico que pudieran tener, me parecen de un poder y una esencia romántica únicas y no dejan de ser una maravillosa motivación compositiva cargada de nostalgia y magia.
Las encontramos ya en su EP Le Secret (05), compuesto por dos temas de enorme distorsión y fuerza, aún con unas formas adscritas en buena parte al black metal más genuino.
Pero es a partir de esa obra maestra que es Souvenirs d'un autre monde (07), cuando su universo estalla y muestra un acercamiento a la belleza y a la elevación de nuestra alma absolutamente arrebatador. Desde su propio título, esos "recuerdos de otro mundo", son manifestados con una armonía y delicadeza ardiente que conforman eso que se ha dado en llamar, blackgaze, por esa mezcla entre el black metal referido anteriormente y las capas de distorsión y melodía subterránea del shogaze, aunque, curiosamente, Neige ha relatado que por aquel entonces no tenía ni idea de lo que era el shoegaze y no conoció - y amó- hasta bastante después carreras como la de My Bloody Valentine.
Dejando etiquetas y valoraciones estilísticas, -desde luego muy alejadas de la finalidad y la naturaleza del artículo- el disco es impresionantemente hermoso, destacando el cariz vivificador que la música de Alcest transmite en él: intenta ser una plasmación vívida de la experiencia trascendental relatada anteriormente. Canciones como "Printemps émeurade" o "Ciel errant" me acompañarán ya lo que me queda de vida como límpido reflejo de etéreos viajes.
El disco con el que conocí su legado fue Écailles de Lune (10), más oscuro y desolador. El motivo que causa ese giro es fatídico: la frustración y el dolor que causa el olvido paulatino de esas visiones infantiles en Neige mientras el tiempo va pasando inexorablemente. De nuevo la tragedia del Romanticismo de amar lo que inevitablemente es inalcanzable o lo que forzosamente se desvanecerá. El grito, lejos de ser utilizado como careta o recurso extremo, Neige lo emplea como lo hacemos cualquiera: manifestación y denuncia de esa frustración y de ese dolor, nunca exclusivamente como elemento distintivo musical como algunos consideran erróneamente. En ese sentido la agónica "Percées de lumière" es totalmente abrasadora y distintiva.
Y llegamos a 2012 donde Les voyages de L'Âme supone su cénit creativo y consagración de un legado ya inmortal. Esa portada entre dos mundos con la simbólica figura del pavo real como animal fascinante y poseedor de un misterio enigmático atravesando el arco de un portalón, es la metáfora definitiva del artista que se encuentra entre dos mundos: aquel que rememora y hace dolorosamente descriptivo en la contradicción que supone su inexistencia real y aquel al cual debe trascender en su periplo vital y supone una cárcel de frustración e intrascendencia. Algo que se podría emparentar con Las Flores del Mal de Baudelaire sin ir más lejos.
Este mismo año, canciones tan bellas como "Autre temps", tan intransferibles a la hora de significar lo que me suponen como "Les voyages de l'Âme", tan intensas como "Faiseurs de mondes" o tan vivificadoras como "Summer's glory", están acompañando mis días y mis noches en busca de ese otro mundo al que poder aspirar para salvarnos del que conozco y que unos pocos han convertido en yermo infierno de codicia humana.
"Les Voyages de L'Âme" supone la consagración de un estilo; un huida a fundirse con la esencia de las cosas, por alcanzar una pureza alejada de la corrupción mundana acechante. El desarrollo del tema me emociona y conmueve como muy pocos.