Es probable que algún lector de este blog haya leído en su momento el artículo especial que dediqué a Mellon Collie & infinite Sadness de Smashing Pumpkins, o bien quizás hayan escuchado el episodio del podcast Talk to Him que dediqué a esa época en el seno de la banda de Chicago. Pues bien, hoy me toca dedicarle un homenaje a su disco Adore y a todo el microuniverso tan particular e intransferible que nos brindó Smashing Pumpkins durante aquellos últimos años 90.
Adentrarnos en la etapa Adore es embarcarnos en un viaje a través de la noche más oscura, sensible e impenetrable. Una época única e irrepetible para la banda, donde logró construirse una imagen y un sonido tremendamente personales y mágicos. Os contaré cómo llega la banda hasta su concepción, los directos de la época, las posteriores reediciones, las canciones escondidas, su repercusión... todo ello mezclado como siempre con mis anécdotas vitales relacionadas con su aparición. Y es que la música nos construye por dentro y nos convierte en lo que somos. Las silenciosas tierras nocturnas de Adore se dibujan en la silueta del horizonte, adentrémonos en su portal dimensional eterno, perdido en las espirales de la memoria.
Y como complemento a este programa, os dejo aquí uno de los directos de la época. Se trata del concierto en el Jardín Botánico de Bruselas dentro del marco de la gira europea de Adore en 1998. Sus shows de entonces destacan por el enfoque que dan a sus canciones clásicas y por la riqueza de detalles y atmósfera que transmiten a su cancionero, tan bella como deliciosamente oscura y distante. Un frondoso bosque perdido en el que merece la pena perderse de vez en cuando para encontrarnos con nosotros mismos y los fantasmas de la memoria.
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