miércoles, 6 de marzo de 2013

10 grandes arpías de la historia del cine.


Vaya por adelantado que esta entrada al blog no encierra animadversión alguna hacia el género femenino; todo lo contrario: a lo largo de la historia el machismo y la hegemonía preponderante masculina burda, primitiva y asilvestrada ha producido que las mujeres maquiavélicas hayan tenido que desarrollar inteligentemente el arte de la mentira y el ardid para la consecución de empresas que en el caso del hombre el simple puñetazo en la mesa han conseguido. De ahí, mi más profundo homenaje a estas diez pérfidas adorables ordenadas en el tiempo.


1. Cleopatra. Olga Blacanova, La Parada de los Monstruos (1932).


La ambición material es uno de los grandes alicientes a la hora de convertirse en una persona venenosa capaz de todo. Este es el caso de Cleopatra, una bella contorsionista de un circo de freaks capaz de seducir a un pobre enano por su fortuna, crear falsas ilusiones a un ser lastrado por su condición. Una plasmación perfecta del monstruo implacable que llevamos dentro mucho más escalofriante que la deformidad y la distinción externa por lo que algunos no son considerados normales.


2. Escarlata O'Hara. Vivian Leigh, Lo que el viento se llevó (1939).


Algunas personas pondrán en entredicho esta inclusión y la considerarán toda una heroína. Desde luego que no les faltará razón: una mujer hecha a sí misma y capaz de arramblar con todo para levantar la dignidad y la esperanza desde lo más hondo del pozo tras el desastre en que queda sumida su posición acomodada al terminar la Guerra de Secesión. Otra cosa son los engranajes que emplea para ello: la manipulación, el egoísmo, la falsedad, la traición y la frustración personal.

3. Kitty March. Joan Bennett, Perversidad (1945).


No se me ocurre una persona más vulnerable a la hora de mostrar admiración y afecto hacia su figura que el bueno de Edward G. Robinson. Y evidentemente, aquí ejerce como víctima propiciatoria de una perversa -nunca mejor dicho- mujer sin escrúpulos que junto a su pareja preparan un plan para que un don nadie absoluto se crea por desgracia alguien querido y apreciado por su obra. Tristeza y odio se funden en mis ojos ante el visionado de una película maravillosa.


4. Eva. Anne Baxter, Eva al desnudo (1950).


El todo vale por alcanzar la fama en el mundo del espectáculo es plasmado de forma devastadora en esta película, posiblemente la mejor que he visto representando este universo de intrigas y traiciones detrás del telón. Eva aparece como una mujer grácil, delicada, absolutamente inofensiva en apariencia, pero implacable para alcanzar su objetivo rebosante de dobleces, pisotones y celos. Todo para concluir que el verdugo siempre termina siendo víctima en el ponzoñoso arte de triunfar.

5. Baby Jane. Bette Davis, Qué fue de Baby Jane (1962).


El fracaso y la envidia que genera ver el éxito ajeno frente a uno mismo es otro generador absoluto de vileza. Cuando esto ocurre en personas que llevan tu sangre y además supone en cierta forma el fracaso propio ante el talento deslumbrante ajeno, la locura mezquina puede apoderarse al extremo. Y así le ocurre a la otrora exitosa niña prodigio Baby Jane. Un viaje absoluto al abismo de la decadencia del artista, más aterrador y menos opulento que el  mostrado por El crepúsculo de los dioses (1950), con una Jane Crawford convertida en mártir inmortal.

6. Divine. Divine, Pink Flamingo's (1972).


Lugar de honor para una "mujer" que lucha por mantener su título de ser la persona más inmunda del mundo al verlo amenazado por un matrimonio competidor. Una delirante carrera por convertirse en el ser más depravado y guarro a toda costa mientras se reboza filetones recién comprados por sus gónadas, lame ceniceros y mobiliario ajenos o come literalmente mierda de perro recién depuesta. Un viaje bizarro a lomos de una diva imprescindible.


7. Marquesa Isabelle de Merteuil. Glenn Close, Las amistades peligrosas (1988).


La corte francesa es un auténtico hervidero de fantasías de toda índole. Un capacidad de erotizar espacios y mentes ingente. Y en esta pérfida película más que nunca. Depravación en un juego de venganza donde nadie es amigo de nadie y la marquesa se erige en institutriz de la voluptuosidad con los servicios de un John Malkovich exuberante. Imborrables esas cartas manuscritas elaboradas sobre la espalda desnuda de carnes recién poseídas proclamando amor a quien se acaba de traicionar.


8. Luisa.Victoria Abril, Amantes (1991).


Una auténtica "viuda negra" deslumbrante. En tiempos de la ceguera y la cerrazón franquistas, esta perturbadora mujer se aferra a la debilidad carnal de la bobería masculina ejemplificada a la perfección en el soldadito español (Jorge Sanz, fenomenal para estas lides) para trazar un truculento plan de fuga. Una atmósfera malsana, una Maribel Verdú sufridora hasta la nausea y un utilitarismo del placer reventando los resortes de la represión al servicio de una mujer que eleva el complemento del pañuelo a otra dimensión.

9. La madre. Annie Girardot, La Pianista (2001).


Si existe un producto abominable de la educación proteccionista, sectaria, represiva y disciplinaria no es otra que la pobre pianista de Haneke. Repulsivo y lacerante retrato de una mujer todo fachada y contención que aloja dentro la mayor depravación y masoquismo fruto de un legado adquirido por un madre dominante, absorbente e insaciable. Apuñalando un corazón de piedra, no hay escape posible cuando la capacidad de amar ha sido arrancada de cuajo. Escalofriante herencia paterno-filial cercana en otra vertiente a la creada por Canino (2009).

10. Cersei Lannister. Lena Headey, Juego de Tronos (2011-).


De acuerdo, no es una película, pero nadie puede negar que merece aparecer en este ranking. La reina más manipuladora de la historia, la que suelta verdades como puños, la que hacer avergonzarse a cualquiera por intentar ser consecuente o moralmente aceptable describiendo las miserias del mundo. Una cara perdona vidas y una vagina certera y sabia para replegarse o expandirse sobre aquellos hombres pánfilos capaces de trabajar para su mayor gloria.


Y hasta aquí la lista. Por supuesto que podrían ser otras y para cada cual lo serán; lo bonito es pensarlas, discutirlas y, sobre todo, disfrutar con buenas conversaciones de intercambio. Miniaturas que engrandecen una micra nuestras vidas.

2 comentarios:

  1. QUE BUENA SELECCIÓN AMIGO RAUL, MI FAVORITA DE SIEMPRE EN ESE ROL HA SIDO LA SRA. BETTE DAVIS. COMO LA MADRE EN LA PIANISTA, EN CHILE,TAMBIEN LA MADRE DEL PROTAGONISTA DE LA PELICULA CORONACION (ADAPTACION DEL LIBRO HOMONIMO, DE JOSE DONOSO).

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  2. Gracias, Rolando. No conozco la película Coronación, tomo nota de ella. La maldad cuando la infligen los progenitores es especialmente ladina.

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