Adelante Bonaparte (10) es otra meta alcanzada por Standstill. Siempre un paso más allá de cualquier expectativa, su último trabajo es un acercamiento universal – desde una persperctiva personal- al recorrido que es nuestra existencia, al viaje entre luces y sombras que nos acompaña desde que venimos al mundo.
Para desentrañar y acercarnos a su concepción, hablamos con Enric Montefusco y, de paso, también conseguir acercarnos más a nosotros mismos.
Adelante, Bonaparte parece la culminación a un estilo como banda. Es algo tan inmenso y elaborado que resulta difícil poderle imaginar continuación posible. ¿Has tenido esa misma sensación a la hora de terminar la obra? En caso de ser así, ¿es una sensación que ya pudisteis tener con discos que pulían un determinado estilo como Memories collector?
El sentido absolutamente personal desde el cual se enfoca la obra, muy basado en tus experiencias, logra trascender a lo que podría ser considerado una necesidad artística y emocional propia. ¿Cómo consiguió el resto de la banda entender el planteamiento de Adelante, Bonaparte y sentirse a la vez miembro partícipe de algo que sale de tan adentro de uno? ¿La aparente sencillez de algunos cortes fue algo que costó asimilar a una banda con tanto potencial musical por parte de cada miembro?
¿Cómo conseguiste vencer el pudor a ser tan tremendamente explícito en las letras de vuestro último trabajo. ¿Es ese camino hacia las cosas contadas sin tantos recursos, metáforas y de forma directa otro paso que querías dar en tu forma de escribir?
Tengo la sensación de que por pudor, efectivamente, quizás en otros discos me protegía inconscientemente a través de ambigüedades y juegos de palabras. Decía lo que quería decir pero a la vez me cubría y daba muchísima cancha a interpretaciones. Insinuaba mas o menos ingeniosamente, más que contaba. Sinceramente no tengo muy claro por qué con Adelante Bonaparte eso ha cambiado, no ha sido para nada algo premeditado. Aunque ahora que me haces pensar en ello, quizás a día de hoy necesito compartir, mas que impresionar.
Otro paso adelante en el plano formal lo encontramos en los cuidados arreglos e instrumentaciones no tan habituales de las que hacéis gala en el último trabajo. ¿piensas que es algo circunscrito a este momento coyuntural o tienen visos de expandirse más aún en un futuro?
No tengo ni idea, la verdad. Es pronto para saber qué será lo siguiente. Lo que está claro es que estamos muy contentos con su papel en Adelante Bonaparte.
¿Piensas que la fábula circular a la que hace referencia Adelante Bonaparte es una catarsis personal en cuanto a canalizar experiencias que marcan la vida de cada uno? ¿Cuál crees que es el secreto para que algo tan particular pueda trascender a la esfera del individuo y convertirse en acto de comunión entre los oyentes de Standstill?
No sé, yo entiendo que, en esencia, todos pasamos por las mismas fases y tenemos las mismas sensaciones; aquél que nos matriculó nos hizo realmente parecidos... En ese sentido creo que el único secreto es sacar todo eso que uno, y solo uno, encarna en cada momento, y hacerlo libremente sin que te contamine demasiado tu grupo favorito y sin pensar demasiado quién se supone que eres. Cuanto mas particular sea tu aportación, creo que más real, y por tanto universal, resulta ser luego.
Adelante, Bonaparte me resulta un disco, al menos para mí, infranqueable, rico, de digestión lenta, que requiere una escucha atenta y pautada. ¿Cómo encaja eso con el aparente aumento de público que os acompaña justo con este lanzamiento tan arriesgado y ajeno a las concesiones? ¿Alguna vez has notado una sensación de pudor o extrañamiento sobre un escenario al cantar unos temas tan a flor de piel y particularmente tuyos?
En tiempos como los que corren, sacar un disco dividido en 3eps de corta duración es algo valiente y que deja muy a las claras que la intención de la obra está por encima de formatos y concesiones. ¿ Conseguir hacer las cosas como uno verdaderamente quiere transmitir, a pesar del enorme esfuerzo, hace seguir confiando en la autoedición?
Está muy bien no tener que dar explicaciones a nadie, ni andar pidiendo tratos excepcionales. Al final es frustrante para todo el mundo. Y Bcore no tenía la culpa de que fuéramos raros, tampoco. Nuestros proyectos suelen tener siempre un componente de riesgo y de ambición artística que pide a gritos un marco propio para ser gestionados. Y creo que se ha notado bastante el cambio cuando hemos empezado a poder hacer lo que nos ha dado la gana. Me gustaría matizar añadiendo que la libertad también tiene sus precios, pero esa ya es otra cuestión.
A diferencia con vuestra anterior obra, Vivalaguerra, donde las canciones gozaban de una autonomía muy fuerte, esta vez es como si con Adelante, Bonaparte el concepto, la cohesión, mandara sobre cada tema en particular. ¿Es ese el motivo por el cual necesitábais defenderlo con un espectáculo como Rooom donde, bajo mi prisma, las virtudes de la obra se expanden enormemente sobre las tablas?
Sí, realmente los dos discos no se parecen mucho, entre otras razones, por lo que comentas. La idea con Adelante Bonaparte era que, al escucharlo, al ir llegando cada canción, se fuera arrastrando el peso de todas las anteriores. Y lo mismo con los epés. Una especie de (en el fondo, sencilla) narrativa cercana a la del cine o la novela tradicional, donde no tiene sentido sólo valorar cada escena o capítulo por separado. En ese sentido, como bien dices, con el Rooom, el directo de estas canciones coge todo su potencial.
Siempre me resulta algo inocente y fuera de lugar las peticiones por parte de un grupo de fans que os acompaña desde el principio el pedir “mayor caña” –que no intensidad porque de esa vais sobrados- en los discos. ¿Consideras que la escena hardcore desde la que provenís es una escena poco flexible a los cambios, demasiado integrista?
Desgraciadamente mi experiencia me dice que hay gente cerrada en todas partes. Pero bueno, como te decía, lo importante es que tu público esté ahí por las razones adecuadas. Si a alguien le gustaba Standstill sólo porque metía caña, pues quizás se quedó en la fachada, y es una lástima. En cualquier caso, he de decir que todo el mundo está en su derecho de fijarse en lo que le salga, le apetezca o lo que le sirva más.
Standstill es un ejemplo de coherencia y de mutación estilística razonable, sentida y sin abandonar la esencia de relatar el arte de vivir con las esperanzas y miserias con las que nos levantamos día a día. ¿Cuál consideras que es esa esencia que se ha mantenido inalterable, pese a la evolución e inercia de nuestras vidas desde que The Tide escupía furibundo su lucha contra las mentiras establecidas en un mundo inocuo?
Me cuesta verlo como un mérito. Creo que sólo responde a la necesidad de sacar esas cosas que uno tiene en el estómago, y hacerlo sin autocensur ni los temas en sí, ni las formas que te salgan, aunque a veces puedan parecer una locura, como lo de cambiar de idioma. Si lo haces así, la coherencia y la razonabilidad que comentas, vienen solas.
Gracias, Enric por seguir dando aire a una banda que nos ayuda a escapar siempre hacia delante en nuestro transitar.
Gracias a ti!
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