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jueves, 4 de octubre de 2018

Huérfanos de historia y utopía, de Armando B. Ginés

Hoy toca escribir sobre un libro que acaba de ser publicado. Se trata ya del quinto envite literario del obrero de la comunicación -y mil cosas más- Armando B. Ginés, editado por Piedra Papel Libros. Su título se antoja elocuente: Huérfanos de historia y utopía, diario crítico del capitalismo actual. El lector al que va dirigido es un "nosotros" aglutinador y claro: todos aquellos a los que nos han desposeído de ambas sin habernos dado cuenta, o no sé si es peor, dándonosla y sin haber hecho nada por evitarlo.

Bien es cierto que para quienes vagamos náufragos -pero alerta- en la monomanía neoliberal capitalista imperante, esta recopilación de escritos, una bitácora de apuntes cotidianos de un ciudadano cualquiera con capacidad crítica y dispuesto a compartirla, no nos enseña cosas nuevas, sino que nos las re-descubre. Tarea reveladora, por tanto.

Desde este prisma, era del todo necesario que alguien nos mostrara qué hay detrás de cada acto o de cada omisión que se produce en esta nuestra sociedad occidental. La finalidad no es otra que ir un poco más allá de la superficie y de la descripción pautada e interesada que nos muestran los distintos medios de comunicación institucionalizados en base a unos intereses económicos y políticos. Y era también recomendable no elevar el discurso. Escribir para todo el mundo, nada de elitismos endogámicos, dirigidos a una supuesta élite intelectual que vive por y para ensimismarse en sus propios pensamientos y opacos debates internos, sin pasar a la práctica real transformadora.

Un meneo solidario donde cada cual se reconoce en su semejante como espejo definitivo y definitorio; una zozobra deseada, un grito para agitar y despertar conciencias y consciencias, azuzando el hambre por saber, por curiosear manchándonos de fango, por buscar y cuestionar aún a riesgo de no encontrar. Una labor fundamental en estos tiempos huérfanos como bien dice Armando: desenmascarar la realidad para vertebrar preguntas, que no respuestas, para facilitar una acercamiento a la verdad crítica, cuestionada y aceptada por uno mismo, que no asumida.

Una apreciación rápida, carente de la digestión adecuada, pudiera suponer que nos encontramos ante una serie de reflexiones apesadumbradas. Nada más lejos de la realidad. B. Ginés no presenta fórmulas mágicas, más bien apela a la interdependencia constructiva de un colectivo cohesionado como esquema de convivencia armónica. Desde luego no es nada baladí ni ingenuo: se trata de una constatación natural, instintiva y palmaria, salvo para aquellas élites incapaces de pensar y de actuar más allá de su propio beneficio sin que les importe el precio a pagar por los demás.

No se trata de dar con la llave adecuada, sino de describir minuciosamente la cerradura para que cada cual, en consonancia con sus semejantes, fabrique el llavero. Por tanto, el libro es sólo una herramienta de pensamiento y de llamada a la reflexión activa para conseguirlo. Una diario cotidiano de batallas universales y milenarias en las que la ternura del caminante muestra un trayecto en el que no resulta difícil reconocerse como individuo vulnerable, ingratamente indefenso frente a la hegemonía ideológica depredadora, erigida a través de la llamada posmodernidad asumida, nunca asumible.

Concluyendo, estamos frente a una llamada a la acción que comienza con una reflexión profunda acerca de quiénes somos y lo más importante: considerar la dependencia de los unos con los otros, del colectivo frente al individualismo teñido de libertad falaz y egoísta donde el fin último es consumir incluso los sentimientos y cualquier experiencia como cénit definitivo.

lunes, 21 de febrero de 2011

Teletienda virtual: Haz amigos fácilmente

(De cuando no existían aún redes sociales; si no, el curso hubiera quebrado).

El nuevo curso a distancia "Superficial Friends" te permite, a través de diez cómodos y sencillos temas de conversación, relacionarte en los distintos ámbitos de tu vida cotidiana (trabajo, gimnasio, salida del colegio, reuniones de vecinos, cenas de familia...) de manera superficial y sin adquirir ningún tipo de implicación con tus interlocutores. Tranquil@, nunca te pedirán contar contigo ni tenerte a su lado en los momentos bajos, pensarán que eres profundamente vacío y te librarás de estar ahí, en los instantes donde las palabras callan y hablan los gestos.
No esperes más y hazte con este sencillo temario:
1. Habla del tiempo (llueva, haga frío o brille el sol, todo el año garantizado en conversaciones).
2. Habla de los hijos (si no los tuvieras, habla de posibles embarazos bien tuyo o de alguien de tu entorno cercano)
3.Habla del trabajo (bien por estar quemado, por un ascenso, por ser un rollo...)
4. Habla del peso corporal (da más juego cuando ves a alguien y le dices que está más delgado, al sentirse halagado te dirá que él también te ve muy bien a tí y ya tendrás garantizados al menos cinco minutos de conversación).
5. Habla de platos preferidos u odiados. (muy útil, además si lo haces poco antes de la hora de comer, la gente no parará de rajar y facilitará que llegue el instante en que, finalmente, puedas irte a comer tranquilamente).
6. Habla de deporte. (lógicamente el fútbol y la fórmula 1 serán los que más cancha te den. Abstenerse forofos de la pelota vasca o piragüismo).
7. Habla de programas de televisión. (no olvides estar a la última y mira sólo en la televisión los programas de máxima audiencia para estar con todos en los temas de TV, ni se te ocurra ver Cine Club a las dos de la madrugada o documentales históricos).
8. Habla de coches. (fenomenal. Todo el mundo quiere siempre cambiar de coche, e incluso si no tienes coche puedes meterte en harina diciendo que te vas a sacar el carnet y seguro que pepito o menganita acaban hablándote de que el amigo de la novia de su primo se lo sacó a la primera el práctico o que la tía del hermano de su jefe se confundió en tal rotonda y le tiraron).
9. Habla de catálogo de móviles. (No olvides pasarte por todas las tiendas de telefonía móvil a coger folletos, estar al loro de los puntos que cuesta el último modelo de cada marca y toda la gama de colores de las carcasas).
10. Habla de las vacaciones. (el mejor, da igual que no te vayas, da igual que ya te hayas ido, sólo ten en cuenta que tienes que elegir destinos epatantes: el caribe, Benidorm, el exotismo oriental o la casa rural más Heidi posible. Si ya es de novios el viaje, tienes asegurado un mes de conversaciones).
¿A qué estás esperando? ¿quién quiere hablar de cómo se siente internamente o qué piensa sobre el mundo si tiene todas estas salidas?

domingo, 20 de febrero de 2011

Madelman

Estos días vengo recordando los varoniles madelman con los que jugaba mi hermano en su infancia. Robustos, de mirada cetrina, musculados, siempre dispuestos a realizar su heroico cometido como soldados, como bomberos, como cazadores, como pilotos, como buzos... Trepidante metáfora del super-hombre infalible, cero defectos, siempre diligente y eficiente en su tarea.
El otro día, de mudanza, encontré en casa de mis padres por casualidad uno de estos muñecos en comprometida pose: desprovisto de todo ropaje identificativo y flexionado en una postura imposible -tan grotesca como la del albatros del poema de Baudelaire-, el amasijo desprovisto de identidad yacía mudo de contenido. Me sorprendió aún más su principal carencia: no tenía pene. Un muñeco apolíneo, terso, de marmóleo mentón, donde la entrepierna había dibujado un vacío sólido.
La evolución del macho es un hecho de plástico.

bebé-jarrón

(Memorias del cheque- bebé). 2007

Te propongo un consejo que ya me dio alguien hace tiempo: "Ten un hijo". Y no, no es por la realización personal, alcanzar una meta o salvar una relación que hace aguas. Es mucho más sencillo que todo eso, es para mejorar tus relaciones sociales.
¿No has deparado en el componente de interacción comunicativa que supone? ¿Que tienes que aguantar por compromiso reuniones familiares donde el paripé, la falta de comunicación y el desarraigo ha erradicado toda palabra? Pues nada, te traes al bisoño con cara de asustado y toda la gente hablará sobre él; no hará falta iniciar ninguna conversación, cada cual exclamará afirmaciones dirigidas a nadie como "Qué lindo", "mira que cara de travieso", "cómo se parece a su madre" o se oirán risitas o sonidos traqueales que en otro lugar parecerían dueños de alguien con disminución psíquica. Fenomenal, las horas pasarán mucho más rápido y la sensación de vacío se hará más llevadera. Otro tanto si quieres ser reina o rey por un día en tu trabajo. ¿Que las relaciones con los compañeros son superficiales, monótonas o de navajazo psicológico limpio constante? No te preocupes, llega con tu recién nacido y nadie te odiará por unos minutos, todos se reunirán alrededor, con más cohesión que si hubiese que hacer una reivindicación laboral, hasta tu jefe, que no te dirige ni un "Buenos días", se acercará y sonreirá durante diez segundos preguntando "¿es tu hij@?" como diciendo, "que sepas que su boca pasa por mis albaranes".
Y, bueno, esto lo podemos aplicar a cualquier otro entorno: recuperar amistades perdidas en el tiempo para una tarde de visita de domingo que sustituya Ikea por neonato, acercarte más al vecino o vecina del cuarto que ya tiene uno y así poder ir juntos al parque evitando la soledad de la urbe, lograr conversaciones de potitos a la hora del café con gente que ignora 50,000 niños -sin el patrocinio de Nestle- muertos en un bombardeo en Líbano, etc.
Y encima te dan 2.500 euros de propina, ¿qué más quieres?

El eterno Empate

(Escrito en 2007)

El otro día leía unas declaraciones del líder de la banda Block Party en las que afirmaba que la gran dosis de agresividad y rabia que había en su nuevo disco respondían a la situación de Status Quo en la que vivimos en occidente donde no se puede cambiar nada, es decir, se tiene consciencia y conciencia de los problemas, los expresamos, pero no hay solución posible a ellos.
Bien, lejos de parecer miembro del colectivo "perroflauta-progre-hippy", tengo que decir que estar afirmaciones no hacen más que fomentar la metástasis anegante que sufre el sistema socioeconómico. No ayuda a nada, pero beneficia a algunos (esa manonegra que mueve engranajes).
A ver, hombre de dios, ¿cómo se puede tener la poca vergüenza de decir eso y estar vendiendo tropecientos discos y llenar una sala para un concierto esa misma noche? Es decir, que la rabia y la frustración generada por la xenofobia, la pobreza, la incomunicación entre individuos de la sociedad de las comunicaciones y la desrrealización personal de tus canciones está ahí como elemento catárquico estéril, vamos, para hacer caja con las ventas y el marketing, que todos los chavales griten las consignas de esos testimonios y que luego se queden de brazos cruzados y no muevan un dedo, ni siquiera hablen de ello, escriban, se movilicen o algo parecido para intentar aportar esa micra que mejore levemente el mundo aunque sea "SU mundo", desde el punto de vista más colectivo posible que puede tener el determinante "su" en este contexto. No, es mejor que hablen del modelo de camiseta que se comprarán tras acabar el show o del costo que llevan para fumarse en el concierto si es de calidad o no. Maldito "arte por el arte". Otro engañife, una coartada pseudocomprometida que es marchamo mercantilista.
Desde luego que prefiero a los luminarios que conscientes de su papel limitado; al menos proclaman con el ejemplo, no sólo con el verbo, aquello de que "otro mundo es posible".