viernes, 19 de julio de 2013

10 videojuegos de fútbol entrañables del pasado.


Esta semana es tiempo de recuperar una categoría de la que no soy muy prolífico en este blog: los videojuegos. Y, cómo no, de nuevo a través de la nostalgia y el recuerdo como persona ajena por completo a las consolas actuales y sin embargo gran conocedor y amante de esos juegos que forjaron mi pasión por este arte del que aún saco a duras penas mi tiempo para deleitarme a través de su poder adictivo y transportador.

En concreto hablaré de los videojuegos de fútbol que más me impactaron hace años. Sin importar el formato, pero centrado en las máquinas recreativas y en los ordenadores de 8 Bit, germen de la posterior evolución del género. Olvídense de Fifas y Pro Evolution. Bienvenidos a un mundo donde lo que menos importa es parecer real: el mundo de la evocación, la fantasía y la imaginación.

Tehkan World Cup. La máquina recreativa de fútbol definitiva. Con un scroll vertical a vista de pájaro, innumerables juegos siguieron su estela e influencia. No podías elegir equipo y el desarrollo consistía en siete partidos consecutivos siempre contra los mismos equipos y orden. Tampoco eran selecciones concretas, pero por los colores, lo bonito era imaginarlas. Como la final con Alemania, o el sexto partido contra Uruguay a los que yo denominaba "los hormigos", porque siempre parecía que había más de diez sobre el campo. Lo que más me gustaba era que había varios goles determinados muy plásticos que se realizan a velocidad endiablada: el cruzado de los cinco segundos nada más sacar, el de cabeza desde el centro del área a pase de banda izquierda...mención especial a los durísimos golpes a los palos. Lo ideal era jugarlo en máquina que tuviera la posibilidad de jugar frente a frente para los divertidos partidos uno contra uno. Su melodía sigue resultando una magdalena proustiana en toda regla.



Match Day II. Jon Ritman fue el gran gurú de las 3D en los años 80's. Evidentemente, hablar de 3D por aquel entonces es muy pionero, pero sin embargo los resultados denotaban una calidad y jugabilidad máxima. A sus grandes obras del arcade como los míticos Batman y Head Over Heels, hay que añadir las dos entregas de Match Day. Yo jugué más al segundo. De perspectiva horizontal, con jugadores muy achaparrados y regordetes, era fascinante observar cómo ya distinguían pases altos y bajos, fuertes y flojos o tiros rasos y bombeados. El portero, elemento clave para mí siempre, era por supuesto manual y sus estiradas, por ortopédicas que parecieran, poseían un encanto fascinante. Recuerdo que se podían cambiar los nombres de los equipos y, yo por aquel entonces, escribía los de los distintos colegios de mi zona que jugaban una liga entre ellos. El mío era el Sporting de La Cruz, nombre del equipo referido al formado por chavales de mi colegio, el San Juan de la Cruz, irónicamente convertido a día de hoy en una residencia de la tercera edad.



Emilio Butragueño Fútbol. Menuda expectación cuando salió este juego. Seamos claros: fusilaba el Tehkan world cup sin piedad, siendo bastante más limitado.Pero no fue el único, también lo hicieron el Michel Fútbol Máster, el Italia 90 de U.S. Gold o mi fetiche, Mundial de Fútbol de Opera Soft -más conocido por su portada espectacular de Azpiri-. Consistía, y esta era su principal limitación, en un sólo partido ganaras o perdieras, con la particularidad de que el árbitro aparecía para sacar tarjeta amarilla o roja, pero durante el partido no le veías nunca. El portero me encantaba como se tiraba, e incluso placaba a los delanteros y nunca le pitaban penalty. Por supuesto, el equipo de El Buitre era blanco, por mucho que en la portada saliera con la camiseta de la selección española y era el único jugador rubio del equipo. Como curiosidades, decir que cuando marcaba gol aparecía una leyenda en la pantalla que rezaba "¡¡Gol de Butragueño!!". La otra, mucho más inverosímil, era que si el balón salía fuera de banda, el reloj seguía corriendo aunque no sacaras. Con ese tipo de suciedad gané por primera vez un 1-0 manteniéndome varios minutos con el balón entre las manos desde la banda. Deplorable. Pese a las innovaciones de incluir entrenamientos personales del futbolista, la segunda parte que apareció posteriormente fue muy mala.



Tecmo Euro League. Tipo Match Day II, una recreativa de scroll horizontal y jugadores muy amorfos y gordinflones. Un poco lento, pero de goles muy espectaculares, en especial chilenas y de cabeza en plancha. Su gran atractivo era pedirse equipos europeos reales, incluyendo al F.C. Barcelona, el Real Madrid o el Atlético de Madrid entre otros italianos, ingleses y alemanes. Los piques a dobles también demenciales. Otro clásico por antonomasia de los salones recreativos. La esencia era jugarlo con los amigos las tardes de domingo escuchando Carrusel Deportivo mientras comprobábamos los aciertos de la quiniela.



Peter Shilton's Handball Maradona. Gran rareza porque se trata de...¡un simulador de portero en el que encarnas a Peter Shilton, el mítico portero inglés! De chaval fui portero durante muchos años, ya que era el típico niño gordo y tímido que pedían el último los capitanes como jugador de campo. Luego lo típico, nunca te pasaban el balón. Un día me puse de portero y logré parar bien, esto se fue repitiendo, y al final, el matón de la clase siempre me pedía el primero del equipo como portero. En fin, nostalgias aparte, se trata de un juego en el que asumes el papel de guardameta en distintos partidos en los que todo se limita a una pantalla única contigo bajo palos mientras te ponen a prueba disparando desde distintos lugares del campo. Original, pero muy mejorable técnicamente y de escasa jugabilidad.



Football Manager 2. Hablamos de los primeros simuladores como entrenador. Cutrísimo en el aspecto gráfico, la edición inglesa que fue la que jugué yo, la segunda parte, te ponía al frente de un equipo de la Premier League y podías elegir tácticas, esquemas, jugadores, fichar, traspasar, etc. Algo muy primitivo. Aún quedaba mucho para cosas como  el mítico PC Fútbol o en lo que según parece se ha convertido la franquicia actualmente, pero eso ya es otra cosa evidentemente. Decir que no se interactuaba nada como futbolista y te tenías que tragar partidos infumables a través de tres pantallas entre las que estaba dividido en campo viendo moverse la pelota  entre jugadores difusos y enanos.



Street gang football. Los chicos de Code Masters fueron unos hachas en esto de adaptar deportes a los ordenadores de ocho bits, especialmente de carreras, desde coches de F-1 pasando por BMX e incluso lanchas motoras, juegazos adictivos donde hasta podían jugar cuatro jugadores, con gráficos pequeños, pero muy detallistas y minuciosos. En este caso se trata de un partido entre pandillas callejeras donde vale usar argucias, armas, etc. La gran originalidad consiste en que el campo es la propia calle, con callejones, cubos de basura o coches dibujando un terreno de juego para nada habitual y carente de toda rectangularidad. Original y sorprendente, a la par que olvidable a las pocas partidas por desgracia debido a una jugabilidad y aspecto técnico bastante pobres.



Kick Off 2. Uno de los más famosos de los seleccionados. Su gran novedad radicaba en el complejo control del balón en aras de parecer realista, esto es, el balón no quedaba pegado al pie, sino que tenías que ir controlándolo mientras avanzabas, esto dotaba de realismo y complejidad sobradamente a los partidos, algo que retomará también el famoso Sensible Soccer. Por otro lado, los gráficos no eran gran cosa y su jugabilidad estaba lastrada por el mencionado manejo. Nunca he sido fan, aunque llegaron a hacerse bastante partes incluyendo cada vez más factores estratégicos.Tampoco me gustaba que el portero fuera automático, esto es algo que odio en estos juegos quizá por mi pasado como cancerbero. Eso sí, los free kicks y los tiros con efecto, molaba mogollón hacerlos aunque fuera complicado de conseguir.



Soccer Brawl. Fútbol futurista, con armamento, armazones blindadas, propulsores en la espalda y mucha brutalidad, heredero de cosas tan chulas como el Skateball, a su vez guiño a películas como RollerBall. Esta recreativa de Neo Geo mostraba un manejo asilvestrado y tosco, donde la fuerza y los super-disparos particulares de nuestros capitanes podían auparnos a la victoria final entre diversas selecciones nacionales. Todo vale, desde lanzar un cañonazo al rival, hasta hacer rebotar el balón con las bandas y que entre como gol.



Super Side Kicks III. La obra más moderna de las seleccionadas. Otra recreativa que dejamos fundida mis amigos y yo. Partidos entre selecciones muy espectaculares, en diferentes competiciones desde Mundial a Copas Continentales, con algo de control pobre del portero, que muchas veces era derribado como un pelele, pero muy sofisticados pases, regates y disparos. Con el atractivo de los primeros planos al disparar cerca del área, algo que en su día parecía espectacular y trasgresor y que, como todas las cosas que son poco más que apariencia resultona, han quedado insultántemente viejas. Además estaba la coña de los nombres de jugadores inventados imitando a los reales. Mi selección por antonomasia era Suecia. Y si me ganaban, echar cinco duros de revancha con México.



Y este ha sido mi nostálgico repaso al fútbol en el videojuego; son muchas las ausencias, pero al menos espero haberos rescatado una de las formas más estimulantes de disfrutar del balompié, junto a los partidos de chapas con un garbanzo y porterías Tulipán , por supuesto.


6 comentarios:

  1. Soberbio.

    Esto es espectáculo.

    ¿La cima de este blog hasta la fecha?

    Es muy probable.

    Enhorabuena, Dahl.

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  2. Gracias, Señor P. Me alegro te guste el artículo. Era una visión necesaria de unos tiempos donde jugar significaba algo muy distinto a emular la realidad.

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  3. Señor Travis, enhorabuena por el artículo porque es una gozada. Hombre, me jode un poco porque me has pisado la idea, porque tenía pensado hacer un artículo similar para cuando empezase la liga, jeje.
    A medida que iba leyendo los títulos de los juegos, me acordaba más de ese programa especial de La Parada hablando sobre fútbol, con aquello de "los hormigos". El Emilio Butragueño I pegó muchísimo, y se ganó "la cinta de platino"! El juego tenía varios bugs. Estaba el que comentas de que no se te obligaba a sacar de banda, pero es que además se podía "forzar" al portero rival para que despejase la pelota si uno presionaba repetidas veces el botón de disparo cuando hacía una parada. La idea era tener un jugador tuyo al lado, de modo que al forzar el saque del portero, la pelota la cogieras tú.
    De las rarezas que yo he jugué estaba el Vectorball, un juego de fútbol futurista en el que podías colocar colinas en mitad del campo, de modo que hubiese repechos, depresiones, y la pelota, pues claro, si tu portería estaba en lo alto del repecho, pues no te metía gol el robotito!

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    1. Buenas, Villa. Lástima lo de la idea. Igualmente, puedes hacerlo sin problema. Al VectorBall, no jugué yo y ahora que lo dices sí recuerdo esa anécdota del Butragueño, al igual que la de que los partidos terminaban si se llegaba a más de nueve goles. Muy grandes Topo Soft con la expectación generada.
      ¡Saludos!

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  4. El World Cup de la NES 8 bits y los jugadores enanicos con las chilenas megaespeciales era brutal... Y el PC futbol mitiquisimo!

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    1. Hola, tocayo. Sin duda el juego de NES es mitiquísimo y el PC fútbol igual, dos dignos candidatos a haber ocupado la lista.

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